DEL 19 DE JUNIO AL 22 DE SEPTIEMBRE DE 2019
Olga Khokhlova fue la primera esposa de Pablo Ruiz Picasso, en 1917, y se convirtió en la modelo predilecta del artista y en la figura femenina que más representó desde ese instante.
Esta es la primera exposición dedicada exclusivamente al “periodo Olga” de Picasso, compuesta por una importante selección de elementos personales y obras del artista.
En 1917 Picasso conoció a Olga, una bailarina de ballet, y desde ese momento se convirtió en la modelo por excelencia de su periodo clásico. De vuelta a un estilo más figurativo, a menudo Olga es representada como melancólica, sentada, leyendo o escribiendo –sin duda aludiendo a la correspondencia que ella mantenía con su familia, que vivía un momento trágico en la historia del imperio ruso–. Después del nacimiento de Paul, el primer hijo de la pareja, el 4 de febrero de 1921, Olga se convierte en la figura inspiradora de numerosas escenas de maternidad y composiciones que transmiten una ternura inédita. Sin embargo, más adelante, en 1927, a raíz del encuentro de Picasso con una joven mujer, Marie-Thérèse Walter, que se convertiría en su amante, la representación de Olga se transformó: su imagen se rompió con expresión violenta, transmitiendo la naturaleza de la profunda crisis de la pareja.
La muestra, compuesta por una importante selección de archivos personales de Olga Khokhlova y por obras de Pablo Picasso, pone en perspectiva el “período Olga” de Picasso y lo contextualiza con la historia personal de la pareja. En la exposición también se plantea y se analiza la transformación de la representación de la figura de Olga en la obra del artista después de la relación que mantuvieron.
En 1917 Picasso conoció a Olga, una bailarina de ballet, y desde ese momento se convirtió en la modelo por excelencia de su periodo clásico. De vuelta a un estilo más figurativo, a menudo Olga es representada como melancólica, sentada, leyendo o escribiendo –sin duda aludiendo a la correspondencia que ella mantenía con su familia, que vivía un momento trágico en la historia del imperio ruso–. Después del nacimiento de Paul, el primer hijo de la pareja, el 4 de febrero de 1921, Olga se convierte en la figura inspiradora de numerosas escenas de maternidad y composiciones que transmiten una ternura inédita. Sin embargo, más adelante, en 1927, a raíz del encuentro de Picasso con una joven mujer, Marie-Thérèse Walter, que se convertiría en su amante, la representación de Olga se transformó: su imagen se rompió con expresión violenta, transmitiendo la naturaleza de la profunda crisis de la pareja.
La muestra, compuesta por una importante selección de archivos personales de Olga Khokhlova y por obras de Pablo Picasso, pone en perspectiva el “período Olga” de Picasso y lo contextualiza con la historia personal de la pareja. En la exposición también se plantea y se analiza la transformación de la representación de la figura de Olga en la obra del artista después de la relación que mantuvieron.
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