La exposición que se presenta muestra por primera vez en España la obra del pintor Giovanni Boldini (Ferrara, 1842 - París, 1931), el más importante y prolífico de los artistas italianos que viven en París en la segunda mitad del siglo XIX; junto a ella, se han reunido piezas de algunos de los pintores españoles que se encontraban en la capital francesa durante el mismo período, y que mantienen a través de su obra, un diálogo con la pintura del ferrarés.
El recorrido expositivo se ha organizado en seis secciones. La primera, Boldini en Florencia: la invención del retrato macchiaiolo, se centra en sus años en Florencia y en la relación que mantuvo con los macchiaioli. Un grupo de pintores que, buscando la pintura del natural, contribuyeron notablemente a la renovación de la pintura de género y el retrato, tal y como se ve en Mary Donegani.
La primera manera francesa de Boldini presenta las obras que realizó entre 1871 y 1879. En este periodo, el pintor ferrarés, influido por el estilo detallista de Meissonier y Fortuny, trabaja en pequeños cuadros que representan escenas costumbristas en las que Berthe, su modelo durante más de diez años, suele ser la protagonista. Pinturas-icono de este período que expresan el bienestar alcanzado por algunas capas de la sociedad, como es el caso de la burguesía, durante la III República.
Ecos de Boldini en la pintura española de fin de siglo
En Ecos de Boldini en la pintura española de fin de siglo se pueden contemplar una serie de obras de aquellos pintores españoles que, a partir de las tres últimas décadas del siglo XIX llegaron a Francia con la intención de entrar en la École des Beaux-Arts. En este periodo proliferaron las pinturas de carácter costumbrista y amables, en las que predominan las escenas ambientadas en los siglos XVII y XVIII, así como las escenas de interior y las de carácter popular o divertimento, aunque son cada vez más populares los paisajes y las escenas al aire libre. En esta sección destaca Playa de Porticisin sin duda el paisaje más importante –y uno de los últimos- del pintor de Reus.
Pintor de La vida moderna
Entre 1880 y 1890, Boldini se consolidó como un pintor de La vida moderna, título que da nombre a la cuarta sección. Durante este período el pintor ferrarés representa la ciudad de París en todo su esplendor. Asimismo, retrata figuras femeninas de medio cuerpo plenas de color, que conforman una especie de galería de rostros y tipos de la sociedad parisiense. Estos aspectos de su producción demuestran cómo se refuerzan sus vínculos personales con la colonia española activa en París, en particular con Raimundo de Madrazo.
Tanto Zuloaga como Sorolla se especializaron en la realización de retratos elegantes que se recogen en la siguiente sección dedicada a la pintura española. Partiendo de la estela dejada por Velázquez, fueron, junto con Sargent, James Abbott McNeill Whistler, Antonio de la Gándara, Jacques-Émile Blanche y Giovanni Boldini, algunos de los retratistas más importantes de la Belle Époque, en un momento, el fin de siécle, en el que este género era un modo de reconocimiento social.
Boldini, retratista de la Belle Époque
El recorrido se cierra con Boldini, retratista de la Belle Époque, donde además de los retratos de Cleo de Merode, el pintor Whistler o Madame Veil Picard, se pueden contemplar distintas naturalezas muertas, estudios de manos o bailarinas realizadas con pinceladas cada vez más libres y dinámicas, donde priman la espontaneidad y el movimiento.
La muestra, producida por Fundación MAPFRE, ha contado con más de sesenta prestadores públicos y privados, entre los que destacan la Galleria Nazionale d’arte Moderna de Roma, la Galleria d’arte Moderna e Contemporánea de Ferrara, la Galleria d’arte Moderna di Palazzo Pitti, la Galleria degli Uffizi, el Meadows Museum de Dallas, el Metropolitan Museum de Nueva York, la National Gallery of Art de Washington, y el Museo del Prado.
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