viernes, 1 de julio de 2016

Dos holandeses en Nápoles



Dos holandeses en Nápoles es un cómic de Álvaro Ortiz realizado con motivo de la exposición Caravaggio y los pintores del norte que se inaugura en el Museo madrileño Thyssen  el 21 de junio, el dibujante Álvaro Ortiz ha creado un cómic en torno a la figura del célebre pintor lombardo y su influencia en el círculo de pintores del norte de Europa que, fascinados por su obra, difundieron su estilo. Ortiz recrea la vida a Gerard Van Honthorst y Dirck Van Baburen, dos de los muchos pintores holandeses que a principios del siglo XVII dejaron su país para instalarse en Roma, epicentro del mundo del arte en aquella época. Estos deciden tomarse unos días libres para viajar a Nápoles con la excusa, tan sólo excusa, de ver los retablos que pintase Caravaggio, muerto años antes, durante su estancia en la ciudad.


Del Catálogo de la exposición


“Michelangelo Merisi da Caravaggio (Milán, 1571-Porto Ercole, 1610) realizó una obra muy variada que ejerció una enorme influencia sobre el arte del siglo XVII. La observación realista, un intenso dramatismo y un potente claroscuro son las principales razones del éxito de su pintura y de su fama como artista. En los Países Bajos, el pintor y escritor Karel van Mander reconoció ya en 1603 la originalidad del lombardo. En un apéndice a su Libro de la pintura (1604) hablaba de las “cosas maravillosas” que estaba haciendo Caravaggio en Roma, y elogiaba su destreza para “situarse ante la vida y ajustarse a la naturaleza en todos sus colores”. Era a su juicio un ejemplo “que deberían seguir nuestros jóvenes pintores”, y así lo hicieron en efecto. De los artistas que incorporaron a su obra elementos del estilo de Caravaggio, muchos procedían de los Países Bajos, Alemania y Francia. Esta publicación justamente pone de manifiesto la huella que dejó Caravaggio en los pintores del norte de Europa y la extraordinaria versatilidad del maestro italiano con la rica diversidad de respuestas que provocó su obra pictórica. Una auténtica pasión por la pintura y la ambición de ser a su vez innovadores movieron a todos los artistas aquí representados mostrando cómo, entre 1600 y 1630, hubo un animado diálogo artístico que tuvo por fruto estos brillantes resultados. “

No hay comentarios:

Publicar un comentario