La obra completa del maestro español en una edición restaurada con numerosos extras.
A mediados de los años noventa, la Biblioteca Nacional de París le incluyó en una exposición sobre los Cincuenta maestros del siglo XX del cómic, y su calidad es más que evidente en tantas y tantas páginas producidas a lo largo de cincuenta años. Buen ejemplo de ello lo encontramos en la evolución de su personaje Cuto, el intrépido periodista que protagonizó una serie homónima a lo largo de los años cuarenta: desde la primera influencia de Floyd Gottfredson (el creador de Mickey) hasta el progresivo e impactante realismo con que posteriormente se puso a la altura de sus admirados Alex Raymond o Milton Caniff.
Con sus hermanos Adriano y Alejandro, Jesús formó un equipo creativo inolvidable. Desde ese momento (1953), su producción se multiplicó, con importantes éxitos internacionales para el cómic británico (Zarpa de Acero o Rob Riley), el francobelga (Los guerrilleros) o el italiano (Tex Willer). Su estilo era impactante, dinámico, ideal para la acción, con montones de interesantes hallazgos en evolución permanente, en paralelo a la de tantos otros grandes creadores contemporáneos. Jesús Blasco destacó en el estilo cómico y en el realista. Seducía con la plumilla, el pincel y algunas impresionantes aguadas. Merece, pues, tanta consideración como la de muchos grandes maestros mundiales que hoy gozan de importantes y cuidadas ediciones. Pero en este país sus principales obras han sido casi imposibles de encontrar hasta hoy mismo.
A mediados de los años noventa, la Biblioteca Nacional de París le incluyó en una exposición sobre los Cincuenta maestros del siglo XX del cómic, y su calidad es más que evidente en tantas y tantas páginas producidas a lo largo de cincuenta años. Buen ejemplo de ello lo encontramos en la evolución de su personaje Cuto, el intrépido periodista que protagonizó una serie homónima a lo largo de los años cuarenta: desde la primera influencia de Floyd Gottfredson (el creador de Mickey) hasta el progresivo e impactante realismo con que posteriormente se puso a la altura de sus admirados Alex Raymond o Milton Caniff.
Con sus hermanos Adriano y Alejandro, Jesús formó un equipo creativo inolvidable. Desde ese momento (1953), su producción se multiplicó, con importantes éxitos internacionales para el cómic británico (Zarpa de Acero o Rob Riley), el francobelga (Los guerrilleros) o el italiano (Tex Willer). Su estilo era impactante, dinámico, ideal para la acción, con montones de interesantes hallazgos en evolución permanente, en paralelo a la de tantos otros grandes creadores contemporáneos. Jesús Blasco destacó en el estilo cómico y en el realista. Seducía con la plumilla, el pincel y algunas impresionantes aguadas. Merece, pues, tanta consideración como la de muchos grandes maestros mundiales que hoy gozan de importantes y cuidadas ediciones. Pero en este país sus principales obras han sido casi imposibles de encontrar hasta hoy mismo.
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